viernes, 22 de octubre de 2010

Moda violenta parte II



La moda, más allá del contenido que tenga para cada generación, está construida como forma objetivada del lugar de sometimiento que la sociedad androcéntrica, destina para la mujer. Los contenidos particulares que pueda asumir, dependen de las necesidades, que en cada contexto histórico, el mundo masculino, tenga de la mujer. Son posturas asociadas al aprendizaje moral, a la función del pudor como forma de control hacia las mujeres. Un aprendizaje de ‘señorita’ que se continua, incluso, cuando ya estas marcas objetivas, como la falda y los tacos, son sustituidas por otras no limitadoras como pantalones y zapatos chatos.

Cierto es que cuando fue necesaria la mujer como mano de obra para nutrir las fabricas por la ausencia de los hombres que se encontraban en el frente de batalla, el contenido de la moda fue los pantalones (las mujeres por fin tuvieron piernas!). Antes que adaptar el mundo al sujeto femenino, se adaptó el cuerpo femenino al espacio publico, perteneciente a los hombres, momentáneamente de “licencia por guerra”. No obstante cuando el mundo volvió a su andar falo-céntrico regular, con los géneros cada uno en su sitio, la falda (y posteriormente la minifalda) volvió a producir las mujeres requeridas.

“Esta especie de confinamiento simbólico queda asegurado prácticamente por su vestimenta (todavía mas visible en épocas anteriores), que tiene como efecto, a la vez, que disimular el cuerpo, recordar en todo momento el orden (la falda cumple una función idéntica a la sotana de los curas), sin tener necesidad de prescribir o prohibir prácticamente nada (‘mi madre jamás me ha dicho que no tuviera las piernas separadas’), porque condiciona de diferentes maneras los movimientos, como los tacones altos o el bolso, que ocupa constantemente las manos, y sobre todo la falda, que impide o dificulta cualquier tipo de actividades (la carrera, diferentes maneras de sentarse, etc.), o porque sólo las permita a costa de constantes precauciones, como en el cao de las jóvenes que estiran constantemente su falta demasiado corta, se esfuerzan por cubrir con su antebrazo un escote demasiado amplio o tienen que realizar autenticas acrobacias para recoger algo sin abrir las piernas”. (Bourdieu, P. La dominación masculina España: Anagrama 2000 pp44)

Podemos ver en la moda, en el discurso y prácticas que produce y reproduce, una forma objetiva en que el ser mujer se actualiza. A su vez, esa puesta en código que cada mujer realizaría, no se agotaría en actualizarlo sino también en reforzarlo. Las prácticas se renuevan en cada puesta en acto. Las relaciones sociales (en este caso la moda) al ponerse en juego se renuevan. La moda como práctica, implica una puesta en juego, o el ejercicio cotidiano, de un saber sobre lo que significa ser mujer para cada sistema sexo-género. La incorporación del código de vestir, es parte de aprendizaje que cada mujer tiene que hacer para ser-hacerse mujer. Pero este código, se “codifica” en un lenguaje falo-céntrico, impuesto, violento y enajenante para las mujeres.

Algunos días me pegan pesimista.

viernes, 1 de octubre de 2010

Moda violenta?


La moda, como forma objetivada de la división genérica de la realidad, se impone como una fuerza autónoma, independiente de la voluntad de las personas. De acuerdo a la marca que imprime la disposición genital, la moda nos tiene predestinado un cuerpo. Como un mandato externo, plenamente atravesado por las obligaciones genéricas, la moda se instituye como una verdad revelada. La mujer, sin preguntarse, sabe que tiene una responsabilidad particular con el con el código de vestir. Moda, pensada más allá de la simple combinación de prendas que se impone cada temporada. Moda, como compromiso con un lugar en el mundo. Moda, como conjunto de reglas por las que aprehenden las virtudes de la belleza que ella misma posee en forma "innata".

Entones, ¿es posible pensar a la moda como una de las formas naturalizadas en que se reproduce el orden de dominación androcentrico? ¿Es la moda una de las formas de dominacion sielnciosa, una forma de violencia simbóloica (Bourdieu),que evidencia el lugar de sometimiento de la mujer en este sistema sexo-género(Rubin)?