viernes, 24 de septiembre de 2010

Cuerpo-vestido

"El concepto de cuerpo-vestido se vincula con la idea de que vestido y cuerpo no son independientes. Se relaciona con la idea de que el vestido, no sólo viste, cubre, abriga y distingue al cuerpo. Más allá de estas funciones, lo significa, y al hacerlo, lo produce. Así, se considera que el cuerpo, por fuera de esa significación, que logra al enlazarse con el vestido, ha desaparecido.

La noción de cuerpo-vestido da cuenta de que el ccuerpo, puede entenderse en su complicidad con el vestido. Vestido que como tal, no es otra cosa que ese cuerpo. Al habitarlo lo produce. El vestido construye al cuerpo. El cuerpo y el vestido son uno. El vestido consigue su vitalidad de ese cuerpo (como multiplicidad de fuerzas en pugna), y éste consigue satisfacción, aunque nunca es suficiente para lograr la identidad, la complitud. El cuerpo-vestido se manifiesta en, y transita por, ese vacío, por ese resto, por esa diferencia entre satisfacción buscada y satisfacción hallada, que termina por significar la moda. El cuerpo desnudo, en este sentido, sería ausencia, una hoja en blanco o un cuerpo sin habitar.

La prenda ha prendido, el vestido ya no viste al cuerpo. La ropa es la forma por la que nos hacemos cuerpo en el objeto. Si ya era sabido que en la sociedad administrada sentíamos a nuestros objetos como extensión del ‘yo’, la novedad es que el objeto -vestido- pasó a ocupar el lugar correspondiente al cuerpo. Este concepto implica que la prenda como objeto, dejó de ser una sucursal exterior, para ser el cuerpo del que era servidor.

La prenda ya no adorna el cuerpo, pretende serlo y lo es con todo éxito. Sería ese cuerpo plenamente producido a instancias sociales , en que conviven el individuo y la sociedad, donde se evidencia, fundamentalmente, el discurso atravesado por la dimensión genérica.

Ya no es la necesidad de protegernos ante los avatares climáticos, ya no es cubrirse ante el frío, búsqueda de abrigo. Ya no es esconder la marca, llamada pudor, que recuerda la trasgresión a la prohibición primera, por el que perdimos el paraíso. Tampoco es la obstinada carrera de la distinción: ser uno en la multitud, ser parte de una parte. Mejor dicho, hemos atravesado todo eso, para ser la generación que atestigua cómo su cuerpo, hoy es eso que antaño lo abrigaba, lo cubría, lo identificaba. Ya no decimos tanto con nuestro vestido porque él habla por nosotros y ese nosotros es el vestido mismo. O sea, la prenda al producir al cuerpo, se ha hecho cuerpo, y ha emergido el cuerpo-vestido."*






*Bietti, F. "Dos versiones de la moda: moda manifiesta y moda desante como prácticas ideológicas cotidianas" Buenos Aires: SFG, 2010. pp 17

jueves, 9 de septiembre de 2010

Moda ética: respeto a la identidad, la cultura y la tierra.

Mil años sin postear. Dejo un fragmento del informe sobre moda etica y equilibio ambiental-cultural, en el que estoy metido hace varios meses.


"(...)La cultura como productora de la naturaleza es una de las formas ecológicas fundamentales que hay que cuidar para lograr un desarrollo sustentable de cualquier industria. Fundamentalmente la industria de la moda. Porque sabemos que la moda no es sólo vestir. La moda es la forma en que la cultura transmite significados que la misma cultura construye. La forma en que el cuerpo es interpretado, la forma en que ese cuerpo se dispone en el espacio social y ambiental, el código que cada cuerpo debe aprehender por las posiciones sistémicas que ocupa. La moda retraduce esa masa indefinida de información en un conjunto de reglas que se escriben en el cuerpo y que leemos a cada paso, que sabemos interpretar, sabemos reconocer y sabemos responder.

En un territorio pueden convivir diferentes formas culturales, aunque la oficialidad de la cultura colonialista que hace quinientos años nos gobierna las categorice como alternativas o exóticas. La forma en que esas formas construyen su cuerpo es la que mejor comulga con la tierra. La identidad que emerge de las relaciones, que se cristaliza en el cuerpo-vestido, es la que tiende al equilibrio cuerpo-tierra. Avanzar sobre esas formas es una práctica genocida. El colonialismo genocida se ha agotado, aunque supo ser efectivo y arrasó con infinidad de identidades, aunque provocó grandes desequilibrios ambientales.

El terrorismo de las formas colonialistas y sus consecuentes desajustes ecológicos , son formas que la moda ética busca superar. El multiculturalismo, el respeto por la alteridad, la pacífica convivencia con lo ‘otro’ y la estimulación de su desarrollo son objetivos de esta forma de producir moda. Una moda que se presente plural y singular. Plural, por la emergencia de lo múltiple y la aceptación de lo ‘alter’; singular por la afirmación de cada cosmovisión particular.

Sabemos que no es posible que las formas culturales que la conquista arrasó, vuelvan con su forma original. Lo que sí creemos es en el desarrollo de una industria de moda para aquellas identidades que reinterpretadas lograron sobrevivir al terrorismo colonial. Esas formas son las que creemos que construyen una ecología capaz de lograr el equilibrio que requiere la vida para ser sustentable.

El proyecto de la moda ética es viable. La cultura como productora del equilibrio ambiental es base del proyecto. Proyecto que sólo se completa en la realización del intercambio, en el dialogo multicultural. Se realiza en la convivencia, sino estaríamos proponiendo un modelo de “moda ghetto” donde solamente se respetaría cada cultura en su circulo cerrado de relaciones.

Eso sería un régimen de moda carcelario. La moda ética cierra el circulo en el dialogo multicultural, en el intercambio de perspectivas, de cosmovisiones, de identidades, de experiencias, de relaciones, de costumbres y de creencias, todas ellas objetivadas: hechas cuerpo-vestido."*



*Bietti, F "Moda deseante. La moda y el sujeto descentrado" SFG, Buenos Aires, 2010. Pp 20.