jueves, 11 de febrero de 2010

Moda, juego de óptima comunicación

Hace unos días ya que no posteo. Eso tiene su motivo: estoy trabajando en una serie de informes-diagnóstico sobre el estado ('supuesto estado') democrático de la moda. 'Supuesto' porque en la medida que la elección no sea libre: es posible hablar de verdadera democracia? Creo que igual estamos en condiciones de hablar de democracia, pues en ultima instancia parece haber (o realizamos) elecciones todo el tiempo. Aunque a veces menos condicionada y otras directamente impuesta... Pero qué democracia es perfecta? ninguna... Todas buscan acercarse a un modelo idealizado de ella, unas lo alcanzan en mejor grado, otras se quedan tantito más lejos.

La distancia que separa el estado acutal del campo de la moda, con ese tipo ideal es considerable. Si bien las propuestas en absoluto se han ampliado, la estratificacion del consumidor hace que las opciones relativas de acuerdo al tipo de consumidor se limiten mucho.

A su vez, la moda se trata de intercambio de información. De codificar flujos informativos cristalizados en cuerpo-vestido. Con ello quiero agregar otro limite vinculado al anterior. Si por una razon material se nos limita o restringue en nuestras opciones, por una razón subjetiva también.

La comunicación no puede ser equivocada, no puede existir ruido que la entorpezca. Asi es que la necesidad por comunicar correcta y efectivamente lo que nuestro cuerpo pretende (bajo acuerdo intersubjetivo previo que legitime esa pretensión), dónde pertenece y dónde no, incribe al cuerpo-vestido en otro marco que lo limita para darse una moda de elección libre... Bueno les dejo esa inquietud...

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