domingo, 18 de enero de 2009

El rumbo de la moda: equilibrio de innovación y "usabilidad"

Interpretar el rumbo de la moda no es tarea sencilla, grandes firmas se olvidan de la innovación y caen en la auto-repetición imitándose a ellas mismas. Otras ofrecen colecciones demasiado osadas que terminan cayendo en la falacia del “inovacionismo”: algo así como solamente hacer foco en el costado artístico de la moda olvidándose del costado práctico y de la usabilidad del vestuario y los accesorios. Todos diríamos que preferimos un equilibrio entre usabilidad e innovación pero ¿dónde está ese equilibrio?

Es posible que antes de hacer una teoría del equilibrio del sistema de la moda, podamos ejemplificar con ciertas colecciones de las firmas que la logran, pero preferimos el camino más largo.

La moda no es fácil, ni improvisada, ni significa mezclar arbitrariamente prendas hasta lograr un vestuario que al cliente cueste cientos de miles y a la firma le represente exorbitantes ganancias. La moda, lejos de ser una burbuja en el espacio, debe convivir en perfecta armonía con el medio ambiente histórico que le toca, sino, inevitablemente está condenada al fracaso, al olvido y a perecer. Este quizás sea uno de los primeros postulados que nos ayude a comprender y desarrollar la teoría del equilibrio entre innovación y usabilidad. Este postulado entraría entre los que corresponden, más que nada, a la esfera de la usabilidad.

Los colores que vibran en cada época son los colores que celebran esa época. La información que la moda refleja no es más que la que circula en el ambiente, lo que la moda hace es retraducirla, pensemos que lo que llevamos es un pedazo de la realidad, ese recorte de la realidad que mejor nos representa. No elegimos nuestras prendas de forma desinteresada, la elegimos en base al acervo de conocimiento que tenemos del mundo, la ropa que llevamos dice tanto de nosotros como los lugares que frecuentamos y las palabras que utilizamos. No somos algo distinto de lo que usamos.

Los cortes y texturas tampoco nacen y son elegidas de forma desinteresada, representan y simbolizan pedazos de realidad. Es lo que yo llamaría la arquitectura de la moda. Este concepto de la arquitectura, en un punto, es transparente: la moda toma ideas, formas y conceptos que manejan las corrientes arquitectónicas de una época determinada. Pero no es solo eso, implica retroalimentación, pero una retroalimentación espiralada donde entran terceros factores en el medio: las artes visuales y claramente (más aun en estos tiempos), el diseño industrial.

La moda no es solo reproducción, también es producción. La moda no solo refleja la realidad: la moda crea realidad! La moda es una rama del arte, pésele a quien le pese. La moda como todo arte crea realidad, y aporta al movimiento de la historia, tanto en épocas de conservar los privilegios como de revolucionar las prácticas y costumbres. Este es el costado innovador de la moda. La moda la hacen artistas y los artistas CREAN obras originales en algunos casos, más de lo mismo en otros, pero crean. El artista interpreta la realidad, hace pasar a la realidad por el filtro que es su criterio y sensibilidad. El artista, como el científico, como el político y demás... marca el pulso de la historia. Entonces el diseñador, hace historia, contribuye al movimiento de la historia, pero no de la nada, sino en condiciones que él no elige (Karl Marx dixit).

Acá entra en juego también la necesidad de armonía con el ambiente, sino la obra no "prende", no es aprehendida, se pierde. Así vemos que la moda no es nada fácil, ni transparente, sino un juego algo intrincado de producción y reproducción, de hacer y reflejar.

Quizás este sea comienzo para comprender a la moda como un hecho social en combinación con los hechos históricos y en convivencia con algunas de las disciplinas que son su musa y de las cuales también es musa. No creo estar en condiciones de explicar de forma holística a ese hecho social llamado moda, pero puedo mostrar como la moda no es independiente de otros fenómenos. No puedo explicar por qué la moda como hecho social tiene la forma que tiene, pero puedo sugerir que las cosas no son así porque si. Puedo sugerir que pensemos a la moda, no como algo inocente o como un refugio ante el dolor y la desigualdad del mundo, sino como parte de un todo que se llama sociedad, y que dentro de ella se reproducen las diferencias que rigen allá fuera y que ese afuera no es un real afuera, sino que esconde un aquí adentro . Con mis palabras ojalá pueda hacernos ver a la moda como una parte objetivada de la sociedad y quizás como esa parte donde más se refleja la distancia social que existe entre quienes más tienen y quienes menos pueden.

Fede

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